jueves, 10 de julio de 2008

OLOF PALME UN CRIMEN IMPUNE

20 años del asesinato del primer ministro Olof Palme
La impunidad del crimen que cambió a Suecia


escribe Ricardo Daher

El pasado 28 de febrero se cumplieron 20 años del asesinato del primer ministro sueco Olof Palme. Es el único caso en el mundo de asesinato de un primer ministro, presidente o rey que no se conoce al autor material del hecho, y también el caso en el que se han presentado las mas diversas versiones. En estos 20 años, se han tejido diversas teorías sobre los autores del atentado. Un asesino solitario, una conspiración en la que participaba un grupo de policías con vínculos con la CIA, o la policía secreta sudafricana, la DINA chilena; una venganza iraní, o del Partido Comunista Kurdo (PKK), un crimen pasional donde la primer sospechosa es la propia esposa de Palme, o un crimen por drogas, en el que el primer ministro era un consumidor. Lo único evidente, es que el crimen no pudo ser posible sin la participación en algún grado de elementos de la policía, por acción u omisión en sus funciones.

El 28 de febrero de 1986 Olof Palme despidió a su custodia temprano en la noche, y después concurrió junto a su esposa, aun cine céntrico en el transporte público del subterráneo. Después de la función, pasada las 23.15 horas, el matrimonio Olof y Lisbet Palme se despedía de su hijo y su novia en la puerta del cine "Grand", en el centro de la capital sueca, y se encaminó a la estación del metro cercana. Casi en la entrada al subterráneo, en la esquina de Tunnelgatan y Sveavägen, un desconocido se acercó por detrás y le disparó al primer ministro, a un metro de distancia, el primer disparo fue efectuado a las 23.21 horas, según registró la policía, que sólo llegó al lugar de los hechos varios minutos después.

La bala, que posteriormente se identificó como 357 magnum metal piercing, especial para atravesar metales, entró por la espalda, atravesó su corazón y se perdió en una pared vecina. Un segundo disparo, quizás destinado a Lisbet Palme, no dio en el blanco.

Inge, un maestro de música, entonces de 31 años, esperaba dentro de su auto, en la esquina de Tunnelgatan y Sveavägen, que su novia retirara dinero de un cajero automático. Desde el auto, Inge observa un hombre con ropas oscuras esperando frente a una tienda de decoraciones y le parece que espera a alguien, lo define como un drogadicto. Cuando el matrimonio Palme cruza a su lado, el hombre sale detras del primer ministro, coloca su mano en el hombro izquierdo de Palme, saca un arma y dispara. "está muy cerca, apenas 20 centímetros de Palme" recuerda Inge. El primer disparo es mortal. El segundo disparo roza el hombro de Lisbeth.

Según Inge, Palme cae directamente mientras su esposa mira sin comprender que pasa. Cuando comprende comienza a gritar y cae de rodillas junto a su esposo. El asesino observa, da unas vueltas alrededor del herido y comienza a retirarse. Unos metros más adelante se detiene cruza su mirada con Lisbeth Palme. Después desaparece por Tunnelgatan.

Lars, de 25 años se encontraba esa noche a escasos 80 metros, en el cruce de Luntmakargatan y Tunnelgatan. Su visión del suceso no es perfecta ya que está tapado por algunos elementos de una construcción. El supuesto asesino cruza a su lado y se apresura por la escalera de 89 pasos hacia Malmskillnadsgatan. Con un poco de precausión, comienza a perseguirlo. Al llegar arriba lo pierde por un momento de vista, y mas adelante se encuentra con una pareja que también se cruzó con el supuesto asesino, que le indican el camino hacia David Bagares gata. Lars llega hasta alli, observa hacia todos lados y no ve al sospechoso. Unos segundos después, aparece una patrulla de policía que se dirige a Malmskillnadsgatan.

En diversos testimonios posteriores, la presencia de policías de civil o uniformados en los alrededores de la escena del crimen fortalecerá las tres versiones sobre una conspiración policial para asesinar al primer ministro.

Los escasos testigos presenciales no pudieron dar una descripción del sospechoso, pero cuatro días más tarde, una joven dibujante entregó a la policía un retrato de alguien que vio en la noche del crimen y cerca del lugar, que "se comportaba sospechosamente". En base a ese único testimonio se confeccionó un identikit oficial. Aunque era medianoche, hacía frío y los primeros testigos dicen que el sospechoso usaba una gorra, el identikit policial mostraba cabellos negros.

Otros testigos de esa noche, coinciden en señalar a policías de particular con radios transmisores portátiles en lugares cercanos al lugar del crimen, aunque la policía sostuvo que no había ningún operativo oficial entonces.

Errores policiales

Las inexactitudes y los errores policiales comenzaron en la misma noche, en el momento en el primer ministro despidió a su custodia en su casa y más tarde fue al cine solo con su esposa. El cierre de la escena de crimen fue mal realizado, la central de radio de la policía no efectuó de inmediato la alerta, se demoró 3 minutos lo que permitió al asesino perderse del lugar, no se cerraron de inmediato las fronteras, y la búsqueda de los proyectiles, realizada con detectores de metal, no logró ningún resultado. Recién al otro día, un periodista y un curioso, encontraron dos proyectiles a escasos metros del lugar. Según expertos, las balas pudieron haber sido "plantadas" porque no coincidían con la trayectoria, se encontraban relativamente intactas, no tenían restos de la ropa o sangre de la víctima.

El arma asesina, un Smith Wesson Magnum 357 nunca fue hallada, y el último intento de encontrarla, en el 2002, siguiendo una pista errónea, no tuvo resultados positivos, el arma encontrada vinculada un alcohólico y drogadicto, procesado por el crimen anteriormente, no era la usada en el crimen. El único procesado en estos 20 años, Christer Pettersson, a quien Lisbeth reconoció como el que habría disparado contra su esposo, fue liberado en 1989 debido a errores en los procedimientos policiales, aunque todavía sigue siendo el candidato favorito de los medios de comunicación y la policía. Pettersson falleció el pasado año.

El primer sospechoso, detenido 3 días después del asesinato, Victor Gunnarsson, un simpatizante neonazi, murió de dos disparos -según la policía un crimen pasional- en EE.UU en 1994, dónde se fue a vivir después de quedar en libertad, también por un mal procedimiento policial. Según testigos norteamericanos, éste les habría confesado ser autor del crimen.

El inspector policial Börje Wingren, escribió un libro en 1997, en el que sostiene que Gunnarsson fue el autor material del asesinato.

Gunnarsson fue detenido el 12 de marzo de 1986, después que fue identificado como la persona que en un restaurante cercano al cine, se presentó a un grupo de mujeres como "norteamericano" y aseguró que Palme debía recibir un disparo en su espalda. También lo identificaron como la persona que entró al cine "Sagan" fuera de hora, y su físico coincidía con las descripciones de los testigos presenciales. En el allanamiento a su casa, la policía encontró una campera con restos de pólvora, y abundante literatura de grupos neonazis. Fue descalificado como sospechoso debido a que la policía mostró su fotografía a un testigo, antes de hacer la confrontación visual.

Pocos años antes del crimen, Gunnarsson había vivido en Estados Unidos y colaborado en la recolección de fondos para grupos de extrema derecha, entre ellos, la "contra" nicaragüense.

Petersson como autor material

Esta semana, la televisión sueca ha presentado un documental de Mikael Hylin "Yo vi el asesinato de Palme" con entrevistas a amigos del fallecido Christer Petersson o del mundo criminal de las drogas en Estocolmo. La conclusión del documental es que Petersson fue el autor material del crimen, y que la policía boicoteó la investigación del asesinato para encubrir sus vínculos con el bajo mundo y posible complicidad con el narcotráfico. Muchas preguntas quedan sin respuesta en el documental, aunque aparecen extrañas coincidencias.

Todo un equipo policial mantenía una estrecha vigilancia sobre un sospechoso de tráfico de drogas, incluso con autorización judicial para intervenir su teléfono, que vivía a pocas cuadras del lugar del crimen. En ese febrero de 1986, se realizaba un cerco policial a su vivienda, y uno de los puestos de vigilancia estaba situado a 20 metros del lugar donde se cometió el asesinato. Según la policía, esa noche, casi dos horas del crimen, se resolvió levantar, por ese día, el esquema de vigilancia.

Sin embargo, dos de los entrevistados en el documental, sostienen que esa noche, cuando se presentaron al apartamento vigilado, dos hombres, uno de ellos que reconocieron como policía, le dijeron que no podía estar en esa zona y les ordenaron que se fueran. El apartamento vigilado, recibió una llamada de una cabina de un teléfono público situado en el cine "Grand" donde estaba el matrimonio Palme, entre las 23.15 y 23.21 horas, según un registro policial, mientras que otro registro sostiene que la llamada terminó a las 23.15. La cinta grabada con la conversación fue destruida, pese a que la investigación del asesinato de Palme permanece abierta.


Uno de los entrevistados sostiene, mejor dicho deja traslucir, que Petersson pudo ser el brazo ejecutor, pero que había más gente involucrada, y que algunos policía formaban parte de la red que preparó el crimen y boicoteó la investigación.

Conspiraciones internacionales

En los últimos años, se ha fortalecido, entre algunos periodistas investigadores, la teoría de una conspiración con participación de la CIA, extremistas de derecha europeos, policías suecos y servicios secretos del apartheid sudafricano de la época. En los primeros años, la policía sueca fue dejando de lado, y casi inexplicablemente, todos los indicios o denuncias sobre una conspiración con participación de gobiernos extranjeros.

El periodista sueco, Anders Leopold, publicó en internet las declaraciones de un supuesto agente de la CIA que vincula a esa agencia con el asesinato. Gene Tatum, confesó en una entrevista por radio, en Los Angeles, EE.UU, que la agencia había estado implicada en el asesinato del primer ministro sueco, por su disposición a frenar las exportaciones de armas a Irán. Tatum aseguró que en la operación participaron agentes de los servicios sudafricanos, y vinculó el caso al affaire conocido como Irán-contras, la operación de ventas de armas a Irán para obtener recursos para alimentar a las guerrillas contrarrevolucionarias nicaragüenses.

Sostuvo que North estuvo en Suecia y hasta llegó a entrevistarse con Palme cuando estaba montando la red para venderle armas a Irán.

Como evidencia señaló que días antes, Palme participó en un acto junto al líder del Congreso Nacional Africano (ANC) Oliver Tambo en Estocolmo, y que entre el público presente, según informes de la policía secreta sueca, estaba Craig Williamson, un conocido agente del régimen del apartheid y autor de varios atentados.

Otra de las teorías, y que tiene un punto en contacto con la anterior, sostiene que Palme fue eliminado por su intento de detener las exportaciones de armas de la empresa sueca Bofors, que a partir de papeles falsos, terminaban en países sobre los que existía una prohibición expresa de la ONU y el gobierno sueco, a venderles armas. Para reforzar esta teoría, recuerdan que un inspector de estas exportaciones, cayó bajo las ruedas de un tren subterráneo -algunos sostienen que fue empujado-, meses después de la muerte de Palme.

Una versión más elaborada, asegura que la Bofors estaba en los planes del coronel norteamericano Oliver North para entregar armas a Irán a través de terceros países, y que el primer ministro sueco, enterado del caso, estaba a punto de ponerle fin.

Alrededor de estas versiones, han surgido durante años testimonios de todo tipo. Desde la participación de agentes de la DINA chilena, que curiosamente se encontraba en Suecia ese fatídico día, hasta la participación de agentes sudafricanos, grupos derechistas europeos, especialmente croatas, y hasta de la logia masónica italiana, P-2.

Estos días fue publicado otro libro sobre investigaciones del crimen, uno de ellos del periodista Lars Borgnäs, que ha investigado diversas pistas a lo largo de estos 20 años. En ese libro sostiene la existencia de circulos derechistas que odiaban intensamente a Palme y lo acusaban de "vender Suecia" a la Unión Soviética, en la policía, las fuerzas armadas y en el mundo criminal. Coincidentemente, Palme había decapitado el multimillonario presupuesto de la Armada al asumir poco meses antes, y tenía confirmado un viaje a la Unión Soviética en abril de 1986. En el libro plantea que esos sectores fueron los responsables del crimen.

Lo cierto es que en años de investigación, después de gastados más de 40 millones de dólares, el crimen sigue impune. Algunos esperan que en algún momento, con la desclasificación de documentos reservados de la CIA norteamericana, surja alguna pista concreta que desvele el misterio.

Una reciente encuesta entre periodistas arrojó el total descreimiento a que las investigaciones lleguen a buen término algún día.

Agneta Blidberg, fiscal en el caso desde 2000, cree muy dificil resolver el caso, "falta evidencia física" sostiene, y apuesta a que en algún momento aparezca el arma usada. El pasado año, el grupo de investigadores del caso recibió 150 nuevos datos, pero aún no han sido evaluados ya que durante ese año trabajaron en la identificación de las víctimas suecas del tsunami.

Según la ley sueca, las responsabilidades por el crimen prescriben a los 25 años, aunque el ministro de Justicia Thomas Bodström, adelantó que en ese caso se podría extender el plazo si no se llega a un resultado antes de esa fecha.

No hay comentarios: