miércoles, 9 de julio de 2008

DISCURSO DE FIDEL CASTRO AÑO 1.975


DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER SECRETARIO DEL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA y PRIMER MINISTRO DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO, EN EL ACTO DE MASAS CELEBRADO EN LA CIUDAD ESCOLAR "26 DE JULIO", SANTIAGO DE CUBA, CON MOTIVO DE LA VISITA DEL PRIMER MINISTRO DEL REINO DE SUECIA, OLOF PALME, A NUESTRO PAIS, EL 29 DE JUNIO DE 1975, "AÑO DEL PRIMER CONGRESO".

(DEPARTAMENTO DE VERSIONES TAQUIGRAFICAS

DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO)

Estimado amigo Olof Palme, primer ministro del Reino de Suecia; Estimados miembros de la delegación amistosa de Suecia;

Santiagueros, orientales, cubanos:

Sabemos que no es la hora óptima para un acto masivo; pero esto sirve también para demostrar el coraje, la disciplina y el espíritu revolucionario de los santiagueros (APLAUSOS), pues a pesar de ser hoy domingo, día de descanso de los trabajadores, de los estudiantes y de la familia, la delegación amistosa de Suecia, con su Primer Ministro al frente, fue recibida de la forma más afectuosa y más calurosa en el día de hoy, por prácticamente toda la población de Santiago (APLAUSOS).

Es que nos sentimos realmente muy satisfechos y muy honrados con la presencia del Primer Ministro de Suecia en nuestro país (APLAUSOS); y los orientales, doblemente agradecidos de que haya venido a visitar esta provincia, esta ciudad y este lugar. Ustedes antes, han leído muchas veces en nuestra prensa sobre Suecia; yo quiero recordarles que se trata de un país con una población pequeña, un poco más pequeña que la población de la isla de Cuba. Un territorio relativamente extenso, que abarca 450 000 kilómetros cuadrados, es decir, cuatro veces el tamaño de Cuba. Situado en la Península Escandinava, al norte de Europa, parte del país incluso dentro del círculo polar ártico, geográficamente a la altura de Alaska, pero con un clima más templado, y en parte —según dicen los científicos y los geógrafos— como consecuencia de la corriente del Golfo, que toma y que se formó aquí, de esta zona del Caribe, y llega hasta Suecia, constituyendo una circunstancia favorable para ese país desde el punto de vista climático.

Suecia tiene 18 habitantes por kilómetro cuadrado. ¿Saben cuántos tenemos nosotros ya? Ochenta y cinco habitantes, aproximadamente, por kilómetro cuadrado. La población de Suecia, con una larga tradición histórica, se asentó en una región de grandes recursos naturales. Ellos poseen 225 000 kilómetros cuadrados de bosques, es decir, dos veces la isla de Cuba en bosques. Poseen miles de lagos y numerosos ríos con gran caudal, que les permiten contar con cuantiosos recursos de energía hidráulica y con importantes yacimientos de hierro de alta calidad. Eso ha permitido a un pueblo inteligente, laborioso y esforzado, desarrollar una nación moderna con una ciencia y una técnica muy avanzadas. Baste señalar que Suecia ocupa el segundo lugar en el mundo por la producción per cápita.

Es un país de un régimen social avanzado, donde el Gobierno durante los últimos decenios ha hecho un esfuerzo extraordinario en el campo social. Y muy especialmente han ocupado la atención y la preocupación del primer ministro Olof Palme estas cuestiones sociales.

Ellos, como nosotros, le han prestado a la niñez una enorme atención. Desarrollan impetuosamente las construcciones de círculos infantiles, cuentan con magníficas escuelas, un nivel de cultura muy alto, la enseñanza obligatoria para toda la juventud hasta la secundaria. Y, además, el 90% de los estudiantes graduados de secundaria —si mal no recuerdo— pasan al nivel superior.

Las cuestiones relacionadas con la seguridad social, la protección de los ancianos, la protección contra los accidentes, los problemas de la vivienda, han recibido especial atención por parte del Gobierno de Suecia.

La salud es otro campo donde ellos ocupan un lugar cimero. Se puede señalar el hecho de que es el país con el más bajo porcentaje de mortalidad infantil. Ustedes saben que nuestro país ha alcanzado ya una cifra de menos de 30 niños muertos por cada 1 000 nacidos vivos, y somos, con mucho, el más avanzado país latinoamericano en ese campo; sin embargo, en Suecia la mortalidad es alrededor de 13 niños por cada 1 000 nacidos vivos. Esto da idea del estado de la salud pública en ese país, los hospitales, el personal calificado con que cuentan y la técnica en que se apoyan para eso.

Se destaca Suecia también, entre los países occidentales, en la lucha por el pleno empleo de su población. Se destaca Suecia, y muy especialmente su Primer Ministro, por la lucha en favor de la igualdad de la mujer (APLAUSOS).

El Primer Ministro de Suecia acaba de estar y de participar en la Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer, que se está efectuando en México (APLAUSOS).

El ha luchado igualmente por aplicar en su país la mayor justicia salarial, y además por la protección y la equiparación de los trabajadores inmigrantes que desempeñan sus tareas en ese país.

Se caracteriza la política del Primer Ministro por su carácter humano y su preocupación por estas cuestiones fundamentales que, desde luego, muchas de ellas son problemas también nuestros y banderas de lucha. Naturalmente, Suecia es un país de un desarrollo incomparablemente más alto que el de Cuba y tienen otros problemas diferentes.

Como ustedes saben por las noticias recibidas a lo largo de estos años, el prestigio de Suecia creció y creció en nuestro país a medida que recibíamos noticias de su posición clara, vigorosa y enérgica contra la agresión de Estados Unidos a Viet Nam (APLAUSOS). Podemos afirmar que, entre los países occidentales, Suecia estuvo a la vanguardia en la repulsa y en la condena a la política aplicada por Estados Unidos en Viet Nam.

Pero también todos conocemos y recordamos la firme posición de Suecia con relación al caso chileno: sin vacilación alguna ellos rompieron la colaboración económica con el régimen fascista de Chile (APLAUSOS).

Además, hay un hecho muy importante que nosotros recordamos, y es que el embajador de Suecia, en momentos muy difíciles para nuestra embajada, y cuando peligraba la vida de decenas de compañeros, aceptó encargarse de los asuntos de Cuba en aquel país. Desempeñó un papel brillante en esa gestión y le prestó a nuestra patria importantes servicios (APLAUSOS).

Suecia ha tenido, igualmente, una política diáfana, solidaria, con los movimientos de liberación de las antiguas colonias portuguesas. Ellos apoyaron y ayudaron al movimiento de liberación en Angola, en Guinea Bissau y en Mozambique (APLAUSOS).

Ellos combaten enérgicamente la opresión racial en Rhodesia y Africa del Sur.

Como ustedes ven, existen muchos puntos de plena coincidencia entre la política exterior de Suecia y de Cuba. Y en estos hechos que he señalado, nuestro visitante, el primer ministro Olof Palme, ha sido abanderado de tales posiciones (APLAUSOS).

Suecia es el país del mundo occidental que dedica un porcentaje más alto de su producto bruto a la colaboración económica con los países subdesarrollados (APLAUSOS). Y sobrepasa la cifra de 500 millones de dólares lo que actualmente aportan como ayuda al mundo subdesarrollado cada año; ayuda que han estado empleando fundamentalmente en aquellos países que luchan por su desarrollo, que luchan por el bienestar del pueblo. Ellos, por ejemplo, ayudan a países como Tanzania, ellos están ayudando a Viet Nam del Norte, ellos colaboraron también con el Gobierno Revolucionario de Viet Nam del Sur, ellos ayudan a Laos. Y así, a una lista similar de países (APLAUSOS).

Pero a la vez que nos referimos con satisfacción a esos aspectos que tanto apreciamos de la política de Suecia, queremos señalar la actitud amistosa hacia nuestro pueblo (APLAUSOS). Algo que nosotros apreciamos mucho, porque hemos vivido todos estos años de bloqueo por parte de Estados Unidos, de subversión, de agresión, de todo tipo de fechorías; sabemos cuanto presionó Estados Unidos a la mayor parte de los países occidentales para que se sumaran al bloqueo, para que rompieran relaciones con Cuba, para que no existiera el desarrollo de relaciones amistosas entre otros países y Cuba. Y en esas circunstancias, lo que podemos decir es que antes de la Revolución no existía embajada de Suecia en Cuba y al cabo de algunos años, del período revolucionario, el Gobierno de Suecia elevó a nivel de embajada su representación en Cuba (APLAUSOS). Jamas se sumó al bloqueo económico y, por el contrario, las relaciones comerciales se desarrollaron, y actualmente el intercambio comercial entre Cuba y Suecia rebasa la cifra de los 100 millones de pesos cada año (APLAUSOS).

Pero, además, ellos dieron un paso mas adelante, y lo hicieron particularmente con nuestro país en América Latina, que fue incluirnos entre los países acreedores a recibir la colaboración económica de Suecia. Y después de 1970, esa colaboración ha ido creciendo año por año.

Yo la voy a expresar aquí en términos concretos, que es como mejor se comprende todo esto: en el año de 1972 ellos donaron, a través de la colaboración económica, 5 millones de pesos; en el año 1973, 7 millones; en el año 1974, 9 millones; y en el año 1975, 12 millones (APLAUSOS).

¿Qué ha significado esto? El aporte de Suecia al sector de la educación ha representado el equipamiento de 141 secundarias básicas en el campo, los laboratorios para esas escuelas (APLAUSOS), el equipamiento de 51 seminternados de educación primaria; de ocho filiales pedagógicas; de nueve escuelas de formación de maestros primarios, entre ellas esta bella escuela que tenemos en Santiago de Cuba (APLAUSOS); de siete institutos de superación educacional, y de seis institutos pedagógicos. Además, donaron también todo el equipamiento para dos magníficos institutos tecnológicos: el instituto electrónico de Rancho Boyeros, "Eduardo García Delgado", y el instituto de refrigeración de Santa Clara, "Lázaro Cárdenas" (APLAUSOS).

En el sector de la salud pública, la colaboración sueca ha representado el reequipamiento y modernización de 52 hospitales en las especialidades de rayos X, laboratorio, anatomía patológica, anestesia y cirugía cardiovascular (APLAUSOS).

A esto hay que añadir las magníficas salas de terapia intensiva con que cuentan hoy muchos de nuestros hospitales.

En la industria alimenticia los proyectos contemplados en la colaboración con Suecia constituyen la base técnico material de toda la actividad de investigación. Además, en el programa contemplado para el futuro están incluidos dos proyectos muy importantes y fundamentales para el desarrollo de la educación en nuestro país, que son: la planta de impresión de libros —una gran imprenta con capacidad de imprimir 30 millones de libros al año— que se construirá en Palma Soriano (APLAUSOS), y la planta de producción de medios de enseñanza, que se construirá junto a la escuela vocacional de Holguín (APLAUSOS).

Decenas de miles de nuestros estudiantes actualmente adquieren sus conocimientos técnicos con equipos donados por Suecia. Y muchas vidas se han preservado y se han salvado en nuestros hospitales con equipos que ellos nos han donado, que son equipos de óptima calidad, que los fabrican en ese país (APLAUSOS). Pero por encima del monto y de la cantidad de esa colaboración, lo que más apreciamos, lo que más agradecemos es el gesto que esa colaboración entraña (APLAUSOS).

Naturalmente que el Primer Ministro de Suecia no iba a hablar de estas cuestiones aquí hoy. Por su carácter, su sencillez y su modestia. El de ninguna manera nos habría recordado la colaboración que han hecho. Pero sí es nuestro deber aquí recordarla y expresarla y comunicarla en datos concretos a todos ustedes (APLAUSOS).

Por eso nosotros decimos que Suecia, y en particular su Primer Ministro y su Gobierno, ha tenido una actitud muy amistosa hacia nuestro país en estos tiempos duros y difíciles en que nosotros sabemos apreciar bien lo que vale la amistad (APLAUSOS).

Nosotros hemos recibido una enorme ayuda de la Unión Soviética a lo largo de todos estos años; hemos recibido colaboraciones de los países socialistas. Pero entre los países occidentales el que ha tenido una actitud más amistosa, de colaboración hacia Cuba, es Suecia (APLAUSOS).

Ese país constituye un caso singular en Europa por haber vivido 160 años consecutivos de paz (APLAUSOS). Ellos practican una política de neutralidad, luchan por la colaboración internacional y luchan por la paz mundial de modo consecuente. Y esa política seguida hacia nuestro país es un buen ejemplo, así se forman amistades y se consolidan amistades (APLAUSOS).

Por eso desde hace mucho tiempo deseábamos el privilegio de tener la visita del primer ministro Olof Palme, para expresarle estas palabras de gratitud y de reconocimiento de nuestro pueblo (APLAUSOS). Y no por un interés material, sino sencillamente en consideración a los gestos y a la política que han seguido hacia nosotros (APLAUSOS).

Por eso ayer en la capital, hoy en Santiago de Cuba, y mañana en cualquier sitio que visiten, se les recibió, se les recibe y se les recibirá con extraordinaria consideración (APLAUSOS).

En este lugar, estimado amigo Olof Palme, donde estamos, se inició nuestra lucha revolucionaria hace casi 22 años (APLAUSOS). Y lo que entonces eran las ideas de un puñado de hombres, de una parte de nuestro pueblo, hoy son las ideas y las banderas de un pueblo entero (APLAUSOS), un pueblo unido, disciplinado, trabajador, abnegado, combativo, revolucionario e internacionalista (APLAUSOS). El internacionalismo es una de nuestras banderas más sagradas, y desarrollamos nuestra conciencia internacionalista en la práctica del internacionalismo (APLAUSOS). Y sumándonos también modestamente, en la medida de nuestras fuerzas, a la tarea de colaborar y luchar también por otros pueblos.

Este espíritu internacionalista es la esencia de nuestros ideales revolucionarios (APLAUSOS). Y creemos que este acto de hoy ha estado inspirado en esos sentimientos y en ese espíritu internacionalista, presidido por la amistad entre nuestros dos pueblos.

Le reiteramos nuestro reconocimiento y el honor de su visita, y la satisfacción que significa para nosotros, y para todos los santiagueros, haber tenido el placer de recibirlo en esta ciudad y recibirlo en este histórico sitio, como corresponde a un amigo que respetamos y estimamos mucho (APLAUSOS).

Conmigo, los santiagueros, los cubanos, exclamamos:

¡Viva la amistad entre los pueblos de Suecia y Cuba! (APLAUSOS y EXCLAMACIONES DE: "¡Viva!")

¡Viva el primer ministro Olof Palme que ha sido firme abanderado de esa amistad! (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Viva!")

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!

(OVACION)

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